1 de enero de 2023

NOCHEVIEJA STILETTO

Los zapatos de tacón han sido tradicionalmente un signo de nobleza, poder y riqueza. Las mujeres venecianas con dinero del siglo XVI usaban chapín para elevar sus faldas del lodo; los soldados que peleaban a caballo en Asia occidental durante el siglo XVII usaban tacones para mantener sus pies en los estribos; y en el siglo XVIII, el rey Luis XIV de Francia usaba tacones rojos como símbolo de su autoridad. Usados por todos, sin importar el género, hasta finales del siglo XVIII, los tacones cayeron de la gracia de los hombres a medida que la moda comenzó a ser asociada con la frivolidad femenina. Después de convertirse exclusivamente al ámbito de las mujeres, los tacones crecieron en altura, y sólo fueron detenidos por las limitaciones de la tecnología.

Los tacones gruesos y las plataformas altas pueden haber sido usadas desde los griegos, pero el tacón delgado como una aguja es una invención del siglo XX. Con un nombre inspirado en un cuchillo italiano de hoja delgada y punta afilada como una aguja, el tacón fue diseñado en los años 50 con las técnicas y materiales utilizadas (e inventadas) para las aeronaves. El uso del aluminio y del moldeo por inyección para fusionar metales y plástico hicieron posible alargar y elevar los tacones a nuevas alturas. La clave estaba en encontrar una manera de dar apoyo al arco del pie, quitando la presión de los dedos y el talón, y permitiendo que el zapato se moviera con el cuerpo en lugar de ir en contra de él.

Los stilettos típicamente oscilan entre los 2.5 y los 12 centímetros, pero deben ser más estrechos en la punta que en el punto en el cual el tacón se une a la parte trasera del zapato. Los diseñadores Salvatore Ferragamo, Roger Vivier y André Perugia han sido reconocidos por crear el stiletto , en algún punto entre 1948 y 1954. En los años 50, los stilettos de 10 centímetros utilizados por Marilyn Monroe le permitieron perfeccionar su famoso y seductor andar; y para los años 60 el revestimiento aspiracional de Hollywood dio paso a la accesibilidad, pues se convirtió en el calzado de elección de la mayoría de las mujeres. Los años 70, sin embargo, trajeron consigo una contracultura que rechazó el stiletto, ridiculizándolo por ser incómodo y entorpecer el movimiento.
Pero con el surgimiento del power dressing en los años 80, el stiletto experimentó un regreso –las anteriores connotaciones de que el tacón era un accesorio sexualizado que carecía de elegancia fue subvertida para convertirlo en la máxima declaración de estilo entre las formidables mujeres trabajadoras.

Los aspectos fetichistas del stiletto le han ganado al tacón la reputación de ser una poderosa arma de seducción. La estructura del zapato alarga las piernas y obliga a llevar el pecho hacia el frente y el trasero hacia atrás, acentuando las curvas del cuerpo femenino. En su altura máxima, el tacón limita la movilidad, forzando a quien lo usa a dar pequeños pasos. El fotógrafo Helmut Newton y el artista Allen Jones han explorado temas de la sexualidad femenina, la violencia y el poder en sus representaciones de mujeres utilizando stilettos. 

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